¿Te has sentido alguna vez perdida en tus relaciones, como si no pudieras entender por qué reaccionas de ciertas maneras?
Quizás estés preocupada por la estabilidad de tu relación o luchas con la sensación de no estar ni demasiado cerca ni demasiado lejos de tu pareja.
Estos sentimientos son confusos y, a veces, dolorosos.
Pero aquí tenemos una buena noticia: la forma en la que nos vinculamos en nuestras relaciones tiene mucho que ver con nuestros tipos de apego.
Identificar tu estilo de apego es el primer paso para sanar y construir relaciones más fuertes.
Por eso, en este artículo te traigo los tipos de apego en las relaciones y cómo influyen en tu vida amorosa.
El concepto de tipos de apego se desarrolló por primera vez en los estudios de psicología infantil, pero pronto se descubrió que estos patrones van hasta la edad adulta, afectando muchísimo nuestras relaciones de pareja.
Existen principalmente cuatro tipos de apego: evitativo, ansioso, ambivalente y seguro.
Cada uno define cómo las personas reaccionan frente al acercamiento emocional y a la intimidad.
Si estás a menudo manteniendo distancia emocional con tu pareja, prefiriendo no depender mucho de ella ni que dependan de ti, es posible que tengas un apego evitativo.
Este tipo de apego se caracteriza por la dificultad para abrirse y confiar en los demás.
Las personas con apego evitativo valoran mucho su independencia y libertad. Y esto causa cierta frialdad en sus relaciones.
¿Cómo gestionar un apego evitativo?
Comprender que el espacio personal es importantísimo es un buen primer paso. Sin embargo, para crear una relación más cálida y cercana, es útil trabajar en la comunicación abierta y en expresar las emociones de manera más transparente.
¿Te preocupa constantemente que tu pareja te deje o sientes que necesitas más confirmación de su amor y compromiso de lo que ellos te dan? Esto es claramente un apego ansioso.
Las personas con este tipo de apego tienden a sentirse inseguras en sus relaciones, lo que lleva a comportamientos de demanda o de constante búsqueda de atención y validación.
¿Cómo gestionar un apego ansioso?
La clave aquí es trabajar en la autoestima y en el fortalecimiento de la confianza en una misma. También es beneficioso comunicarse de manera abierta con la pareja sobre tus necesidades y miedos, sin caer en la dependencia emocional.
A veces cariñoso, otras veces distante. Este es el signo de un apego ambivalente.
Si te identificas con este tipo de apego, encontrarás difícil decidir cuánto deseo de cercanía o espacio necesitas en tu relación. Y esto es muy confuso tanto para ti como para tu pareja.
¿Cómo gestionar un apego ambivalente?
Busca patrones en tu comportamiento que puedas empezar a entender y prever. Hablar con un psicólogo es muy útil para trabajar en la consistencia emocional y en la claridad de tus necesidades y deseos.
¡Enhorabuena si este es tu tipo de apego!
Quienes tienen un apego seguro son más estables en sus relaciones, mostrando tanto comodidad en la intimidad como en la independencia.
Gracias a esto, se pueden desarrollar relaciones más fuertes y largas, donde ambos miembros de la pareja se sienten valorados y seguros.
Manteniendo un apego seguro
Continuar siendo consciente de las necesidades tuyas y de tu pareja, manteniendo una comunicación abierta y honesta y estando dispuestos a crecer juntos son aspectos fundamentales para mantener una relación saludable y segura .
Entender tu propio estilo de apego y el de tu pareja abre un nuevo camino hacia una relación más feliz.
No dudes en buscar ayuda profesional si sientes que los patrones de apego están afectando tus relaciones de manera negativa. En Lucía Aragón Psicología estamos a tu entera disposición.
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